Arte Helenístico. Importancia y características
 

Angélica Porras Pimentel
 
Se denomina período helenístico (también llamado alejandrino por Alejandro Magno) a una etapa histórica de la antigüedad, cuyos límites cronológicos vienen marcados por dos importantes acontecimientos políticos: la muerte de Alejandro Magno (323 a. C.) y el suicidio de la última soberana helenística, Cleopatra VII de Egipto, y su amante Marco Antonio, tras su derrota en la batalla de Accio (30 a. C.). Se trata de una cultura de transición entre la griega clásica y la romana plena.

La conquista de Oriente por Alejandro Magno, dio posibilidad a los artistas de ampliar su panorama en cuanto a temas y personajes étnicos diferentes a los acostumbrados en la Grecia clásica.



Alejandro Magno, además, representa un hito de la pintura helenística. Consciente del poder propagandístico del arte, controló la reproducción de su efigie y sólo autorizó para ello a tres artistas en escultura, orfebrería y pintura. El pintor elegido fue Apeles, todo un mito para la profesión pictórica. Artistas de siglos posteriores siempre han usado su leyenda como ejemplo de la dignidad de su profesión, puesto que era el favorito del emperador Alejandro, que visitaba su taller y se sometía a los dictados del artista.



Características

En la época helenística la cultura y el arte reflejaron las ideas del filósofo Aristóteles, que valoraba las experiencias del hombre obtenidas a través de los sentidos, utilizados para el conocimiento de la realidad y de sí mismo.

Esta forma de pensar influyó notablemente en las artes visuales, que dejaron de basarse en modelos ideales para hacerlo en modelos más naturalistas de acuerdo con la perfección directa de la realidad. Por ello, los artistas se ocuparon de todos los aspectos de la figura humana.

Sobresalieron obras de dimensiones superiores a las naturales, en comparación a las proporciones establecidas en el período clásico. A ello hay que añadir la abundancia decorativa y ornamental de los grandes monumentos, como por ejemplo el Altar de Zeus en Pérgamo.


Altar de Zeus, Pérgamo.


Frente a las desordenadas y mal pavimentadas ciudades clásicas griegas, las ciudades helenísticas fueron diseñadas de acuerdo a un plan geométrico con formas regulares, algunas de forma circular, con un centro del que irradiaban calles enlazadas entre sí por círculos concéntricos.

En el período helenístico se abrió paso a una realidad exagerada, en la que se enfatizaron y sofisticaron las formas heredadas de la Grecia clásica. Producto de esta ponderación surgieron obras de inigualable monumentalidad y belleza como el "Coloso de Rodas".


Coloso de Rodas


Las figuras fueron tan ideales como en el período anterior, pero su pose era más distendida e indolente. Aparecieron los retratos de personajes convertidos en héroes. La estructura dinámica que producía una sensación de inestabilidad, reflejada en las formas dramáticas y apasionadas, en el dinamismo de las expresiones por el deseo de lograr estados anímicos y el interés de reflejar la anatomía y expresión dramática causada, hicieron que se acentuaran las torsiones de las figuras, la tensión muscular y el claroscuro del modelado, al tiempo que los rostros expresaban sus sentimientos, ya fueran de alegría, placidez, angustia o dolor.


Gálata herido


Éste fue el período de las grandes vasijas de lujo, decoradas con cierto barroquismo en el dibujo hasta principios del siglo II a.C., cuando se sustituyeron las pinturas por los relieves en color negro o rojo.



Cerámica período helenístico


Prefirieron el uso de los elementos decorativos del orden corintio. De este complicado estilo helenístico surgieron nuevos tipos arquitectónicos, como gimnasios y edificios para el Senado, profusamente decorados. Los reyes helenísticos construyeron pórticos, bibliotecas, teatros y arcos de triunfo.



Tholos de Delfos



Teatro Epidauro


Con todo, las grandes creaciones del arte helenístico pertenecen al campo de la escultura. Las esculturas pierden el punto de vista frontal a favor de su visibilidad desde todos los ángulos, con el propósito de que puedan erigirse en el centro de una plaza y el observador las contemple desde cualquier perspectiva. Además, hay un conocimiento perfecto de la anatomía y se resuelve también el problema de la torsión del cuerpo, con figuras girando en espiral, y surgen grupos complejos integrados por varios personajes.

Los temas principales surgen de la vida cotidiana, se representan más aquellos que expresan el placer. Se pierde la seriedad y los altos ideales de la etapa anterior; los placeres de la vida, lo feo, lo grotesco y lo anecdótico ocupan su lugar. Se cultivan las tres edades de la vida: la infancia, la plenitud y la madurez; los modelos pueden ser griegos o extranjeros, vestidos o desnudos, y triunfa la alegoría.

Se pierde el equilibrio clásico en favor de una nueva sensibilidad, que se complace en buscar más la realidad del individuo, que la perfección física y prefiere la expresión dramática a la serenidad espiritual y las actitudes violentas a las reposadas.

Entre los artistas desaparecen las grandes individualidades clásicas y desconocemos fecha y autor de muchas obras, es por ello por lo que en este período se habla de las escuelas. En concreto, cuatro grandes escuelas son las que alcanzan fama y prestigio: Atenas, Alejandría, Pérgamo y Rodas.


Lacoonte y sus hijos



Venus de Milo



Venus Púdica o Capitolina



Victoria de Samotracia




Marsyas y el Escita


Importancia
El tesoro persa conquistado por Alejandro y repartido por sus sucesores movió un cambio en la mentalidad griega, hasta entonces desentendida de todo lo que fuera actividad económica, aparte de la imprescindible para la vida corriente. Surgió, de ese modo, un verdadero capitalismo, apoyado en el aumento de circulación fiduciaria debido a nuevas técnicas de acuñación de moneda y de incremento de metales nobles para su acuñación y al formidable desarrollo de las vías de comunicación, tanto terrestre como marítimo. El aumento de capacidad de las naves y el establecimiento de itinerarios fijos sirviéndose de los viejos caminos de los soberanos persas, concebidos casi únicamente para un servicio militar, así como la habilitación de puertos comerciales, contribuyó a este comercio.

El hábito de vida urbana conformó el espíritu de centenares de miles de hombres, antes acostumbrados a la vida rural, y, al igual que ocurre en la actualidad, el progreso del urbanismo, que constituye uno de los más claros vínculos entre aquel mundo y el actual, formaron el carácter de la nueva sociedad.

Además, es importante destacar que mientras en la Grecia Clásica se limitaron al campo de la Filosofía y al arte, en el período helenístico, a consecuencia del desarrollo económico, y del enorme aumento de la vida urbana, fueron evolucionando desde un sentido puramente estético hasta otro totalmente práctico, en lo que también puede apreciarse una característica en común con la actualidad. Esto provocó una serie de inventos que mejoraron el nivel de vida de esta época.

En conclusión, la importancia de este período radica en los progresos que se lograron ya que gran parte del desarrollo de la actualidad, tiene una base ya sea científica, literaria o artística de la etapa helenística. Además, es en este período en el que la Grecia Clásica se universaliza, pues comienza a admitir aportaciones de pueblos orientales. Surge de esta forma una cultura mixta, convirtiéndose el arte en un factor de unión.

Creo que hoy en día seguimos viendo esto. El arte une a todo el mundo. A través de ésta, podemos comprender mejor otras culturas que ni siquiera son de nuestra época y es en parte gracias a la herencia de este período.

Fuente: Historia del Arte - Mª Luz Vázquez Segura / Consuelo Gómez












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