Primeras manifestaciones de arte: la Prehistoria
 


Angélica Porras Pimentel

La prehistoria es la etapa más larga de la historia de la humanidad. El origen del arte se remonta a aproximadamente 30.000 años a.C. Sin embargo, no habría sido posible esta creación artística, si el hombre no hubiera adoptado la posición erecta, ya que fue así como las manos adquirieron otro tipo de propiedades. El hombre ahora podía pintar, grabar y realizar esculturas.

El arte surgió al final del período Paleolítico. El primer hallazgo de arte prehistórica fue la cueva de Altamira en (Cantabria, España). El descubrimiento se dio en 1879, aunque algunos objetos se consideraron falsificaciones, pues no se explicaba cómo los seres humanos primitivos habían podido realizar esas obras. Además, se decía que al carecer de iluminación, era imposible que hubiesen pintado en la obscuridad de las cavernas.

Posteriores descubrimientos en cuevas que habían estado selladas durante miles de años, lograron que se reconociera la autenticidad y antigüedad de las obras. Los animales fueron los modelos favoritos, pero también aparecen signos y pocas representaciones humanas. No hay paisaje de fondo y bisontes, caballos, ciervos y jabalíes son los más frecuentes.  Pero de los anteriores, el más representado es el caballo.

 Quizás uno de los más bellos ejemplares se encuentra grabado en la roca del abrigo de Commarque (Dordoña, Francia). En este abrigo existe un gran relieve que reproduce la cabeza de un caballo, que mide casi dos metros. El relieve sobresale mediante unas incisiones sutiles que marcan los rasgos mínimos para que la figura emerja de la pared.

 Cabeza de caballo relinchante hallada en Mas d'Azil (Francia)

El bisonte sigue al caballo en cuanto al número de representaciones. Destacan los famosos ejemplares de bisontes de la cueva de Altamira (Cantabria, España).

El reno es el animal del que suelen hallarse mayor número de huesos en los yacimientos arqueológicos, de ahí que el Paleolítico se denomine también «Edad del Reno». Las astas de este animal se utilizaban frecuentemente para la fabricación de herramientas, que solían decorarse con grabados. En la cueva de Lascaux, en Montignac (Dordoña, Francia), hay numerosas figuras de ellos.

El mamut es otro de los animales típicamente prehistórico. Varias representaciones se hallaron en la cueva de Rouffignac (Dordoña, Francia) realizados en trazos negros de gran soltura. Los peces, en cambio, suelen por lo general representarse en el arte mobiliar.

Además, aparecen también signos. En las dos grutas más significativas del arte paleolítico (Lascaux y Altamira, situadas en Francia y España, respectivamente) hay símbolos geométricos trazados en rojo, junto a figuras de animales. Abundan, sobre todo, las líneas paralelas, que se entrecruzan formando cuadrículas, y las formas circulares.  En España, aparecen signos y formas abstractas en las cuevas de la zona del Cantábrico como en El Castillo, Las Chimeneas, La Pasiega y en el sur de la península Ibérica, en La Pileta (Málaga), donde hay un verdadero muestrario de líneas curvilíneas, redondas y serpentiformes.
Cueva El Castillo
 

El conjunto de las representaciones humanas es el más escaso dentro de este arte. Sólo aparecen seres humanos realizados por medio de grabado o de figuras de bulto redondo y con menos realismo que los animales. Tanto las figuras masculinas como las femeninas aparecen desnudas, aunque en alguna ocasión estas últimas presentan algún tipo de ornamento personal. Mientras que en las masculinas se han señalado los rasgos faciales (ojos, boca), es muy raro en las femeninas: sólo la cabeza de la Venus de Brassempouy (Grotte du Pape, Brassempouy, Francia) muestra la nariz y las cejas.
Venus de Brassempouy

Las venus

Las representaciones femeninas constituyen el grupo de las denominadasvenus. Estas mujeres, grabadas o esculpidas, tienen muy desarrollados los pechos y las nalgas, mientras, en comparación, la cabeza, brazos y piernas resultan delgadísimos.
Venus de Willendorf (Museo de Historia Natural, Viena, Austria)
Venus de Laussel o Dama del cuerno (Museo de Aquitania, Burdeos)
 

Además de las figuras de hombres y mujeres, aparecen representaciones de manos pintadas. Es frecuente que éstas tengan el dedo anular o el medio más corto de lo debido, por lo que se ha hablado de mutilaciones en rituales. 


Desde épocas tempranas, ya en el Auriñaciense, aparecen las primeras huellas de manos en las paredes de las cuevas.

Figuras híbridas 

 Las figuras híbridas son, en su mayoría, pinturas que se hallan en las profundidades de las cavernas. Las figuras híbridas están formadas por la fusión de rasgos humanos y rasgos animales. El resultado es una imagen de carácter híbrido y aspecto grotesco.

Hay numerosos ejemplares de figuras híbridas. Una de las más características se halla en el santuario de Trois-Frères (Ariège, Pirineo francés). Se trata de una figura que presenta extremidades humanas y numerosos rasgos animales. Tiene la cabeza barbada con cornamenta de reno y ojos de lechuza, hocico de felino, cola de caballo y sexo de forma humana pero ubicado en el mismo lugar que el de los felinos.

Figuras transparentes

Uno de los rasgos que se repiteb en las representaciones paleolíticas es el uso de la transparencia. Así, es posible observar el interior de los cuerpos de los animales.

En la cueva de El Pindal (Asturias, España) hay un mamut silueteado con un corazón pintado en el interior. 
 
Elefante de la Cueva de El Pindal
 

Figuras superpuestas

Las cuevas donde se encuentran las pinturas se hallan a menudo en lugares inaccesibles que cumplían como santuarios. Son, por lo general, las zonas más oscuras y recónditas de las cuevas.
 
A lo largo del ciclo auriñacoperigordiense (30000-25000 a.C.) se produce un progresivo dominio del dibujo en formas que sintetizan el contorno de los animales con características expresivas. En el Auriñaciense las primeras representaciones de animales consisten en dibujos de siluetas.
 
Pintura de un hombre con cabeza de pájaro junto a un bisonte y un pájaro encontrada en el pozo de la cueva de Lascaux (Francia).
Detalle de la sala principal de la cueva de Lascaux, Francia, donde se observa un grupo de ciervos


Detalle de una pintura rupestre de la cueva de Lascaux (Francia)


Pintura rupestre de un caballo en la cueva de Montignac (Francia)

                                    
El Solutrense (25.000-15.000 a.C.) es un período dominado por el altorrelieve. Para esculpirlos se aprovechan las protuberancias naturales de la roca. La cultura solutrense coincide con el perfeccionamiento de los utensilios de piedra. Fue entonces cuando se fabricaron herramientas con las que se consiguió acentuar los volúmenes de los relieves y remarcar los detalles.

El Magdaleniense (15.000-10.000 a.C.) es la última fase del arte paleolítico y supone la culminación de este proceso. En este período se realizan las representaciones de mayor realismo. Además, los objetos de arte mobiliar en hueso y marfil se multiplican.

La cueva de Altamira (Cantabria, España) agrupa la consecución de todos estos logros, hecho que la convierte en el cenit del arte paleolítico.

Otro de los importantes logros de este momento es, sin duda, que las figuras adquieren una precisión que las hace verosímiles y los animales forman composiciones más complejas.

El arte mobiliar duante el Paleolítico

Los primeros objetos que el hombre paleolítico creó tuvieron una finalidad práctica. Se trataba de objetos de uso cotidiano. Realizados en hueso o marfil, destacan los perforadores, cuchillos, buriles, raspadores, arpones y agujas.
Figura de ciervo grabada en un bastón perforado (Museo Arqueológico Nacional de Madrid

El arte del Paleolítico al Neolítico

Los cambios climáticos que tuvieron lugar hace, aproximadamente, 10.000 años comportaron la modificación de las formas de vida conocidas hasta entonces. El retroceso de los glaciares y la estabilización de un clima mucho más benigno, influyó en la fauna y en la flora, así como en el comportamiento del hombre, que transformó sus hábitos y costumbres. Con el cambio climático desaparecieron algunas especies animales como el mamut, el reno o el bisonte, siendo habitual, a partir de entonces, la caza de jabalíes y ciervos. Sin embargo, el hecho más importante de este momento fue la progresiva adopción de la agricultura que comportó, a su vez, grandes cambios, tales como la sedentarización del hombre y la construcción de los primeros poblados.

Con la sedentarización y el urbanismo incipiente se desarrollaron nuevas técnicas como la producción de la cerámica y el tejido. Ambas tendrían una importancia decisiva para el ulterior desarrollo del arte.


Cambios de orientación en el arte.

Los grupos viven próximos al mar, lo que permite el intercambio con otras culturas lejanas del Norte de Europa y Asia Occidental. Se aprecia un verdadero cambio de intención en la imagen. Así, a la magia simbólica, propia del Paleolítico, se le suma ahora la necesidad de expresar lo que se vive cotidianamente. El arte sale de las cuevas, las representaciones ya no se encuentran ocultas en los lugares más recónditos de las cavernas sino situadas en las zonas externas de los abrigos rocosos o bien al aire libre, en barrancos y acantilados.

Hasta entonces la figura humana no era habitual plasmarla en las representaciones pictóricas. Tampoco existía la narración. En este momento el hombre comienza a dominar el medio en el que vive y se siente protagonista.

En las representaciones la figura animal suele estar sometida al hombre en las escenas de caza. Se utiliza, además, otra técnica, a base de tintas planas, que no dan relieve a la figura.

Se destacan aquellos aspectos que producen mayor sensación de vida y movimiento. Los animales también muestran sus patas extendidas, expresando la carrera.

En la Roca dels Moros en Cogul (Lleida, España) se representa una escena ritual en la que un grupo de mujeres danza alrededor de una figura masculina desnuda.
Baile femenino rodeando a un hombre en una pintura de la Roca dels Moros de Cogul (Lleida)

 
De forma muy diferente es la escena del abrigo de La Araña en Bicorp (Valencia, España). En esta escena una figura humana sube un risco para recoger la miel de una colmena silvestre. A su alrededor revolotean las abejas.
Pintura de mujer recolectando miel (Cogul, Lleida)


Las pinturas neolíticas del norte de África: el Tassili

En el norte de África existe un arte parietal importante. Destaca, especialmente, el conjunto pictórico del altiplano sahariano del Tassili, situado al nordeste de Ahaggar. 
Escena de los frescos del Tassili (Argelia)


Las construcciones prehistóricas. Los monumentos megalíticos

Las construcciones megalíticas son los primeros restos arquitectónicos del pasado que se conservan en Occidente. Se distribuyen por toda Europa, desde mediados del V milenio a.C. para desarrollarse ampliamente en el III milenio a.C., época de transición hacia la Edad del Bronce. Se trata de construcciones monumentales que, en su forma más elemental (menhir), consisten en piedras de gran tamaño clavadas en la tierra.

La mayoría de menhires aislados que se conservan tienen una altura considerable que oscila entre tres y seis metros.

En este momento aparecen nuevas creencias en relación con la muerte y se organizan rituales funerarios que requieren la construcción de verdaderas tumbas llamadas dólmenes. Se trata en realidad de sepulturas colectivas, compuestas por dos monolitos pétreos verticales, que sustentan una losa horizontal, y cubiertos de tierra.

En el sur de la península Ibérica se encuentran numerosos sepulcros de este tipo, que permiten conocer su evolución y también su tipología. Entre ellos, destaca el de la cueva de El Romeral, en Antequera (Málaga, España) uno de los más monumentales que se conocen, con una cámara mortuoria de 25 metros de profundidad.

Figuras femeninas

Las representaciones femeninas relacionadas con la maternidad se encuentran tanto en la zona del Próximo Oriente como en el ámbito europeo. Se trata de figuras femeninas desnudas que reproducen mujeres (en ocasiones embarazadas) con senos y caderas prominentes..


Estelas antropomorfas

En el sur de Europa se encuentra un tipo de escultura de carácter monumental, en relación con la cultura megalítica. Se trata de estatuas menhires en las que abunda, sobre todo, la representación femenina, en menor cantidad la masculina y otras de sexo indeterminado. 
El pensador, terracota procedente de Cernavoda (Rumania)
 

La invención de la cerámica durante el Neolítico

Una espectacular novedad técnica del Neolítico consistió en la invención de la cerámica. Existían desde muy antiguo los recipientes de piedra, pero las vasijas propiamente dichas para contener no se fabricaron hasta este momento.


Los precedentes cerámicos

Las primeras vasijas, siguiendo una tradición técnica ya antigua, fueron de piedra. Pero no se trataba de toscos receptáculos, sino que eran vasos realizados con todo cuidado, delicadamente pulidos, elaborados con materiales duros o semiduros, como el alabastro, el mármol o la piedra volcánica

La cerámica inicial

Las primeras vasijas de barro fueron realizadas sin torno imitando las formas de vejigas, calabazas y cestas que sirvieron, a su vez, para imprimir las primeras huellas decorativas. Las primeras vasijas eran lisas o bien tenían una decoración muy sobria


Vaso campaniforme procedente de Azuheros (Córdoba, España)
 
En conclusión, el arte prehistórico, puede ser una de las fuentes más importantes para conocer el nacimiento de la importancia de la estética y asimismo de la belleza. Vemos que el arte, nace a consecuencia de la necesidad de expresar esa naturaleza que rodea al hombre.


Fuente:



Comentarios