MODERNISMO

 
Angélica Porras Pimentel


Primer número de Jugend, Múnich, 30 de mayo de 1896.



Tirador de puerta. Casa-Museo Horta. Bruselas.

Ex libris diseñado por Kolo Moser.


Rótulo comercial.



Anuncio aparecido en Les Dessous Élégants, 1904.


Diseño de joya
 
Modernismo es el término con el que (en Hispanoamérica y en España) se designa a una corriente de renovación artística desarrollada a finales del siglo xix y principios del xx (el periodo denominado fin de siècle y belle époque).
Hace referencia a la intención de crear un arte nuevo, joven, libre y moderno, que representara una ruptura con los estilos dominantes en la época, tanto los de tradición academicista (el historicismo o el eclecticismo) como los rupturistas (realismo o impresionismo). En la estética nueva que se trató de crear predominaba la inspiración en la naturaleza a la vez que se incorporaban novedades derivadas de la revolución industrial, como el hierro y el cristal, superando la pobre estética de la arquitectura del hierro de mediados del siglo xix.
 
En gran medida estas aspiraciones se basaron en las ideas estéticas de John Ruskin y William Morris, que proponían democratizar la belleza o socializar el arte, en el sentido de que hasta los objetos más cotidianos tuvieran valor estético y fueran accesible a toda la población, aunque sin utilizar las nuevas técnicas de producción masiva que impedían el desarrollo del buen hacer artesanal. El modernismo no sólo se dio en las artes mayores (pintura, escultura y arquitectura), sino también las artes menores, aplicadas o decorativas, en las artes gráficas y en el diseño de mobiliario, rejería, joyería, cristalería, cerámica, lámparas y todo tipo de objetos útiles en la vida cotidiana, incluido el mobiliario urbano, que pasó a tener gran importancia (kioscos, estaciones de metro, farolas, bancos, papeleras, urinarios[1] ). Muchos artistas identificados con el modernismo son artistas «integrales». Especialmente, en el caso de los arquitectos, no sólo proyectaban edificios, sino que intervenían en el diseño de la decoración, el mobiliario, y todo tipo de complementos y enseres de uso diario que habían de contener.
 
El modernismo no fue unánimemente recibido: una amplia corriente de opinión identificaba sus formas con el concepto de degeneración (una desintegración orgánica que corresponde a la desintegración social).[]
 
Las características que en general permiten reconocer al modernismo son:
  • Inspiración en la naturaleza y el uso profuso de elementos de origen natural pero con preferencia en los vegetales y las formas redondeadas de tipo orgánico entrelazándose con el motivo central.
  •  
  • Uso de la línea curva y la asimetría; tanto en las plantas y alzados de los edificios como en la decoración.
  • Tendencia a la estilización de los motivos, siendo menos frecuente su representación estrictamente realista.
  • Uso de imágenes femeninas en actitudes delicadas y gráciles, con un aprovechamiento generoso de las ondas en los cabellos y los pliegues de las vestimentas (drapeado).
  • Actitud tendente a la sensualidad y a la complacencia de los sentidos, llegando hasta el erotismo en algunos casos.
  • Libertad en el uso de motivos de tipo exótico, sean éstos de pura fantasía o con inspiración en distintas culturas, como por ejemplo el uso de estampas japonesas.
  • Aplicación envolvente del motivo tomando alguna de las características anteriormente mencionadas en contraposición con las características habituales del elemento a decorar. El elemento destacado de tipo orgánico envuelve o se une con el elemento que decora.
La derivación de estas características del modernismo o Art nouveau en la década de 1920 dio origen al denominado Art decó, con el que a veces se identifica, aunque tiene características marcadamente diferentes.
 
La utilización habitual de los términos modernism (en inglés) o modernisme (en francés) no se refiere a este movimiento artístico, sino genéricamente a las vanguardias o al arte moderno, dentro de lo polisémico de ambos conceptos.[]


Se ha calificado como pre-modernista las decoración mural del castillo francés de Roquetaillade, restaurado por Eugène Viollet-le-Duc en la década de 1850. Aunque su propósito era producir una recreación neogótica, lo que se obtuvo fueron unos frescos con un estilo germinal modernista de movimientos orgánicos, colores y formas de una gracia innovadora.
 
A lo largo de la segunda mitad del siglo xix se fue intensificando la tendencia, visible en movimientos innovadores británicos como los Arts and Crafts de William Morris o la Hermandad Prerrafaelita. Los patrones del diseño de la arquitectura victoriana derivaron hacia formas flotantes libres, especialmente en el hierro forjado que se deja a la vista, se exhibe con profusión y se aprovecha más allá de su función arquitectónica; o en el uso de grandes piezas de cristal de forma irregular (vitraux). Algo similar ocurría en los diseños textiles florales.
El primer diseño identificado inequívocamente con el nuevo estilo es la cubierta de un libro de 1883 dedicado a las iglesias de Christopher Wren, del diseñador y arquitecto Arthur Mackmurdo.
[]
En 1888 Charles R. Ashbee fundó la Guild and School of Handicraft de Whitechapel en Toynbee Hall (este de Londres), dedicada a la decoración integral de interiores (forja, joyería, esmalte y mobiliario). Tras cerrar en 1897 la Kelmscott Press de William Morris, Ashbee aprovechó la experiencia de muchos de sus trabajadores para ampliar su actividad al sector de la imprenta (Essex House Press). La Guild se trasladó en 1902 a Chipping Camden (Gloucestershire), donde decae hasta su cierre en 1908.
[[
La libertad vindicada en la década de 1890 por los grupos de artistas denominados «secesión» aparecidos sucesivamente en varias ciudades europeas (París - el Salon du Champs de Mars de 1890, escindido de la Société des Artistes Français-,[ únich -la Münchner Secession, escindida de la Münchner Künstlergenossenschaft, 1892-, Viena -la Wiener Secession escindida de la Vereinigung Bildender Künstler Österreich en 1897-, Berlín -la Berliner Secession escindida de la Große Berliner Kunstausstellung, 1898-[) dio sustento ideológico y visibilidad pública al movimiento.
Entre 1892 y 1893 Victor Horta construye la Casa Tassel. Su taller de Bruselas se convierte en un centro difusor de la nueva estética en arquitectura y diseño.
El 1 de enero de 1895 un cartel publicitario difundido por las calles de París representó la aceptación popular del art nouveau en las artes plásticas: era de Alfons Mucha y representaba a la actriz Sarah Bernhardt en Gismonda.
En 1896 comenzó a publicarse en Múnich la revista Jugend («juventud»), que dio nombre al estilo en Alemania (Jugendstil).
 
En 1897 se inauguró el nuevo edificio de Charles Rennie Mackintosh para la Glasgow School of Art. Un grupo de artistas de esa ciudad, liderados por Mackintosh e identificados con el movimiento modernista, se conocerá como Escuela de Glasgow.
Entre 1897 y 1903 funcionó en Barcelona el local Els Quatre Gats, punto de encuentro del modernismo catalán (allí expuso por primera vez Picasso, en febrero y julio de 1900).
La Exposición Universal de París (1900) significó un hito destacado. Fueron especialmente impactantes las instalaciones coordinadas (en diseño y color) de obras de arte junto a muebles y tapices, expuestas por iniciativa de la Maison de l'Art Nouveau («Casa del Arte Nuevo»), una galería de arte abierta cinco años antes (1895) en París por el marchante alemán Samuel Bing.[ Al igual que ésta, otras casas comerciales, como la londinense Liberty & Co.[ (Arthur Lasenby Liberty) y la neoyorquina Tiffany's (Louis Comfort Tiffany), se identificaron tan estrechamente con la nueva estética que sus nombres se utilizaron también como denominaciones de la misma.
 
El modernismo alcanzó su apogeo en la Prima Esposizione Internazionale d'Arte Decorativa Moderna («Primera Exposición Internacional del Arte Decorativo Moderno») de 1902 en Turín, donde expusieron diseñadores de todos los países europeos.
Hacia la época de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la naturaleza altamente decorativa del diseño modernista ya había comenzado a ser abandonada en favor de trazos más simples y rectilíneos, más en armonía con la estética plana y el menor coste de los diseños industriales. Hacia los años veinte esa tendencia se concretaría en una nueva etiqueta denominativa: el Art Decó.
 
 
El modernismo en las artes gráficas
 
El modernismo se extendió de manera muy profusa en las artes gráficas, tanto en la ilustración de libros y revistas (incluyendo la encuadernación, las cubiertas y los ex-libris) como en el cartelismo (carteles, pósters o affiches publicitarios) y todo tipo de soportes: postales, paneles decorativos, papel pintado, estampados textiles, etc.; así como en el diseño de tipos de imprenta.
Muy influyente e imitado fue el checo Alfons Mucha. La aceptación de sus diseños, hechos con exquisita delicadeza y que incluían en su gran mayoría la figura femenina como motivo central le ganó trabajos a nivel internacional, produciendo también la clave ganadora de un estilo artístico comercial a imitar por los ilustradores de la época.
 
Pese a su corta vida, Aubrey Beardsley destacó como uno de los más originales exponentes del modernismo gráfico, con ilustraciones en blanco y negro de un estilo personalísimo a la vez que controvertido por lo irreverente de sus temas.
Otros diseñadores muy importantes fueron Charles Rennie Mackintosh (con el movimiento de Arts and Crafts), T. Privat-Livemont, Koloman Moser o Franz von Stuck.

La recompensa de la bailarina (ilustración para la Salomé de Oscar Wilde), de Aubrey Beardsley.



Cartel publicitario para el impresor Champenois, de Alfons Mucha.



Portada de Ver Sacrum, de Kolo Moser.



Il a été primé, de Javier Gosé.



Cartel publicitario para Le chat noir, de Steinlein.



Bitter Oriental, de Henri Privat-Livemont.



Portada de Scottish Musical Review, Charles Rennie Mackintosh.
 
 
Joyería, cristalería, cerámica y mobiliario modernista
 

Joya de René Lalique.



Diseño Cyclamen, de Hermann Obrist.
 
El arte de la joyería se vio revitalizado por el modernismo, teniendo a la naturaleza como la principal fuente de inspiración. Complementaron esta renovación los nuevos niveles de virtuosismo alcanzados en el esmaltado y los nuevos materiales como ópalos y otras piedras semipreciosas. El interés generalizado en el arte japonés y el entusiasmo especializado en las habilidades de metalistería, fomentaron nuevas aproximaciones y temas de ornamentación. En los dos siglos previos, el énfasis en la joyería fina se había centrado en las gemas, particularmente en los diamantes por lo que la preocupación principal de joyero consistía en proveer un marco adecuado para su lucimiento. Con el modernismo surgió un nuevo tipo de joyería, motivada y encausada hacia el diseño artístico antes que en el mero despliegue de las gemas.
 
Los joyeros de París y Bruselas fueron los que principalmente definieron el modernismo en la joyería y es en esas ciudades donde el estilo ganó el mejor renombre. Los críticos franceses contemporáneos eran unánimes al reconocer que la joyería estaba atravesando una transformación radical y que el diseñador, joyero y vidriero René Lalique estaba en su centro. Lalique glorificó a la naturaleza en la joyería, extendiendo su repertorio para incluir aspectos nuevos no tan convencionales –como libélulas y hierbas- inspirados en sus encuentros con el arte japonés.
 
Los joyeros estaban deseosos de establecer este nuevo estilo como una tradición distinguida y para ello buscaron inspiración en el renacimiento para sus joyas de oro esmaltado y esculpido, aceptando además el estatus del joyero como artista más que como artesano. En la mayoría de los trabajos esmaltados las gemas cedieron su primacía. A los diamantes se les daba un papel subsidiario en combinación con materiales menos familiares como el vidrio moldeado, el marfil y cuerno animal.
  • Louis Comfort Tiffany (diseñador)
  • Émile Gallé (ceramista y vidriero)
  • Antonin Daum (vidriero)
  • Luis Masriera (joyero -fundición Masriera y Campins-)[]
  • Alliance provinciale des industries d'art (École de Nancy)
  • Carlo Bugatti, mobiliario[]
  • Louis Majorelle, mobiliario
  • Gustave Serrurier-Bovy, mobiliario[]
  • Jacques Gruber, decorador y pintor de vidrieras.[]
  • Charles R. Ashbee
  • Jules Brunfaut, arquitecto y decorador[]
  • Auguste Delaherche, ceramista[]
  • Georges de Feure, pintor, cartelista y decorador[]
  • Hermann Obrist, escultor y diseñador. Fundó una escuela de diseño en Múnich. Diseñó los bordados Cyclamen, telas para decoración de paredes con un característico motivo de curvas (llamadas peitschenhieb en alemán y whiplash curves en inglés; traducible al castellano como «latigazo» o «curva de latigazo» -Cyclamen es un género de plantas-).[]
  • Philippe Wolfers, esclultor y orfebre
  • Antonio Gaudí, Josep Maria Jujol y Lluís Bru desarrollaron la técnica del trencadís.

Lámpara Dragonfly («Libélula»), de Tiffany.



Copa Rose de France («Rosa de Francia»), de Gallé.



La Chimie, vidriera de la Chambre de commerce et d'industrie de Meurthe-et-Moselle,[ d Gruber.



Épingle à chapeau de Lalique (Fundación Calouste Gulbenkian).


 
Servicio de café en Porcelana de Meissen, de Theodor Grust, 1902.
Porcelana Rosenthal


Grand vase aux grillons, de Antonin Daum, École de Nancy.



Salón de Bugatti.



Dormitorio de Serrurier-Bovy.

Reja del palacio Gresham, Budapest, que desarrolla un motivo decorativo típicamente modernista: los pavos reales


Reja de los pabellones Guell, Barcelona, de Gaudí, que desarrolla como motivo decorativo la figura de un dragón.


Reja de la Villa Boeschlin, Colmar, de Adolphe Sautier


El Drac del parque Güell, de Gaudí.



Trencadís de Lluís Bru en la taquilla del Palacio de la Música Catalana.
 
 
Pintura modernista
 

Cartel de Sarah Bernhardt en Gismonda, de Mucha.



Friso de Beethoven, de Klimt.

En contraposición tanto al academicismo como al impresionismo, se abandonan los temas cotidianos por los contenidos simbólicos y conceptuales (un movimiento simultáneo, postimpresionista, se denomina simbolismo), entre los que destaca la mujer, con un tratamiento erótico que llega hasta la perversión (un movimiento simultáneo, muy relacionado, se denomina decadentismo -Félicien Rops, Gustave Moreau, Odilon Redon-). Técnicamente se insiste en la pureza de la línea (lo que le da un carácter bidimensional) y la expresividad del dibujo (se ha considerado precedente del expresionismo posterior), ambas cosas ya presentes en autores postimpresionistas, especialmente en Toulouse-Lautrec.
 
 
Las formas orgánicas, especialmente vegetales curvilíneos y espirales (flores, hojas, tallos retorcidos), que rellenan todo el espacio (horror vacui, a veces llegando a la teselación) ya presentes en movimientos ingleses anteriores (prerrafaelismo y arts and crafts), se convierten en un leit motiv paralelo a las formas decorativas de las artes gráficas, con las que están estrechamente identificadas, así como con el cartelismo y la reproducción litográfica. Los formatos preferidos son los alargados y apaisados
 
Mascarada, de Jules Cheret.
 

Melancolía, de Georges de Feure.



Fantasía, de Max Klinger.



Nueva generación, de Jan Toorop.



Mujer con vela, de Alfons Mucha.


Palas Atenea, de Franz von Stuck.

Drei kauernde Frauen, de Kolo Moser.



Weibliches Liebespaar, de Egon Schiele.



El beso, de Gustav Klimt.



Español en París, de Henri Evenepoel.



Magnolias, de Théo van Rysselberghe.



Café Montmartre, de Santiago Rusiñol.



Ninfas del ocaso, de Joan Brull.



Au Moulin de la Galette, de Ramón Casas.



Salón de Crónicas, de José María Sert.


 
 Escultura modernista
 
La Méditerranée, de Aristide Maillol (1905). Existen varias versiones en distintos materiales
 

La escultura modernista o art nouveau tuvo como tema central la figura femenina en distintas actitudes.
Más allá de la sucesión cronológica entre art nouveau y art decó (antes y después de 1920) no hay una nítida separación estilística entre los desarrollos escultóricos identificables con ambas etiquetas.[] En ambos se utilizaron una gran variedad de materiales: el mármol para los monumentos de envergadura y el bronce, el marfil, los metales preciosos (muy a menudo la combinación crisoelefantina de marfil y oro), la cerámica y el vidrio para las obras de pequeño tamaño, muy relacionadas con la orfebrería. Entre los principales escultores relacionados con el estilo aplicado a esa escala menor estuvieron Ferdinand Preiss,[   Demetre Chiparus, Joseph Lorenzl o Clare-Jeanne-Roberte Colinet.
 
El modernismo es un arte burgués, muy caro, que intenta integrar en la arquitectura todo el arte y todas las artes. Es una corriente esencialmente decorativa, aunque posee solucionesarquitectónicas originales. Se desarrolla entre los siglos xix y xx.
Este movimiento utiliza las soluciones que la revolución del hierro y del cristal aportan a la arquitectura, aunque se sirve de la industria para la decoración de interiores y las forjas de las rejerías, etc.. Sus formas son blandas y redondeadas, aunque no es esto lo único característico del modernismo sino la profusión de motivos decorativos. La influencia del modernismo arquitectónico se deja sentir aún en la arquitectura actual.
El modernismo arquitectónico nace en Bélgica (donde se le dará el nombre de art nouveau) con la obra de Henry van de Velde y Victor Horta. La ondulación de los tejados y fachadas, la aplicación de materiales como el hierro forjado, los motivos de vegetación natural y el cuidado diseño de la decoración y de cada elemento arquitectónico y de mobiliario del interior son características de sus obras: de Van de Velde la casa Bloemenwerf;[] y de Horta los kioscos y bocas de metro, la escalera de la calle Paul-Emile Janson y el Hotel Solvay (especialmente su característico interior de diseño muy recargado, con lámparas, papel pintado, vidrieras, etc.), el Hotel Tassel, la Casa del Pueblo[ y el Palacio de Bellas Artes; todo ello en Bruselas, y el Gran Bazar de Fráncfort.
El movimiento vienés denominado Sezession (1897) tuvo como arquitectos a Otto Wagner y Josef María Olbrich; y el paralelo movimiento de Múnich (1892) a Franz von Stuck.
En Inglaterra pueden considerarse dentro del modernismo arquitectónico a William Morris y a Charles Rennie Mackintosh. El estilo de Morris no cae en los excesos decorativos, es el más sobrio del movimiento, ya que se centra más en la implantación de la villa en la naturaleza (influencia del pintoresquismo inglés del siglo previo) y la valoración del espacio interior funcional. Sobre todo diseña muebles y pequeños utensilios cotidianos, y se le sitúa dentro del género en consonancia del arquitecto fránces Charles Voysey. Los planteamientos de Mackintosh son originales y aportan nuevas soluciones a sus problemas arquitectónicos. Son características las formas prismáticas y octogonales. Es el arquitecto modernista más sobrio en los exteriores, lo que le vale ser un precursor del racionalismo arquitectónico. Diseña muebles y joyas, y construye la Escuela de arte de Glasgow.
 
 

Comentarios