Arte Cinético


Angélica Porras Pimentel




El arte cinético, es una corriente de arte en que las obras tienen movimiento o parecen tenerlo.

 
 

El arte cinético y el arte óptico son corrientes artísticas basadas en la estética del movimiento. Está principalmente representado en el campo de la escultura donde uno de los recursos son los componentes móviles de las obras. Pictóricamente, el arte cinético también se puede basar en las ilusiones ópticas, en la vibración retiniana y en la imposibilidad de nuestro ojo de mirar simultáneamente dos superficies coloreadas, violentamente contrastadas. Op Art. Las primeras manifestaciones de arte cinético se dan en los años 1910, en el movimiento futurista y en ciertas obras de Marcel Duchamp. Más adelante, Alexander Calder inventa el móvil, un tipo de escultura formada por alambre y pequeñas piezas de metal suspendidas que son movidas ligeramente por el desplazamiento del aire ambiente. La expresión arte cinético es adoptada hacia 1954, para designar las obras de arte puestas en movimiento por el viento, los espectadores y/o un mecanismo motorizado.
 

El arte cinético fue una corriente muy en boga desde la mitad de los 60 hasta mediados de los 70.
 

Es una tendencia de las pinturas y las esculturas contemporáneas creadas para producir una impresión de movimiento. El nombre tiene su origen en la rama de la mecánica que investiga la relación que existe entre los cuerpos y las fuerzas que sobre ellos actúan. Este término apareció por primera vez en 1920 cuando Gabo en su Manifiesto Realista rechazó “el error heredado ya del arte egipcio, que veía en los ritmos estáticos el único medio de creación plástica” y quiso reemplazarlos por los ritmos cinéticos: “formas esenciales de nuestra percepción del tiempo real”.
 
 
Utilizó esta expresión coincidiendo con su primera obra cinética, que era una varilla de acero movida por un motor y da valor al término utilizado hasta ese momento en la física mecánica y en la ciencia, pero comienza a utilizarse de forma habitual a partir del año 1955. Hoy en día se conoce como arte cinético, aquellas obras que causan al espectador movimiento e inestabilidad, gracias a ilusiones ópticas, que cambian de aspecto según el punto desde el que son contempladas o por la luz que reciban (un ejemplo pueden ser los anuncios luminosos). También están incluidos dentro de este movimiento los móviles sin motor y las construcciones tridimensionales con movimiento mecánico.


 

  • El arte cinético se basa en la búsqueda de movimiento, pero en la mayoría de las obras el movimiento es real, no virtual.
  • Para realizar la obra el artista se plantea y sigue una estructura rigurosamente planificada.
  • La mayoría de las obras cinéticas son tridimensionales, se despegan del plano bidimensional.
  • Los recursos para crear movimiento son casi infinitos, tales como el viento, el agua, motores, luz, electromagnetismo.
  • Busca la integración entre obra y espectador.



 

Existen diferentes tipos de obras cinéticas de acuerdo con la manera que produzca sensación de movimiento

  • Los estables: Son aquellas obras cuyos elementos son fijos, dispuestos de tal manera que el espectador deba rodearlos para percibir el movimiento.
 
  • Los móviles: Son obras que producen un movimiento real debido a diferentes causas, cambiando su estructura constantemente.

  • Los penetrables: Generalmente la obra es un ensamblaje en un espacio real que requiere que el espectador entre en ella para poder percibirla a medida que la recorre.


 
 

·         El arte cinético engloba todas aquellas manifestaciones artísticas que están dotadas de movimiento. Entre estas podemos distinguir varios grupos.
 
 
     1) Obras de dos o tres dimensiones que están dotadas de movimiento real.
 
 
2) Obras que son estáticas pero que, con el movimiento del espectador, permiten más de una lectura.
 
 
3) Obras que no tienen movimiento real pero que, mediante algún efecto óptico, dan la sensación de tenerlo. Es lo que llamaríamos op art.
 
 

El término cinético fue empleado por primera vez por Gabo y Pevsner en 1920 en su "Manifiesto realista. Gabo construyó su "Obra cinética", una varilla metálica movida por un motor que, al vibrar, forma una sencilla onda. Una década más tarde Laszlo Moholy-Nagy crea la "Máquina de luz" en la que utiliza la luz para crear un efecto escultórico y empieza a plantearse a un espectador no sólo pasivo sino que pueda participar en la obra. El arte cinético como tal quizá empieza con Alexander Calder quien construye móviles a partir del movimiento del aire.

 
Marcel Duchamp fue quién consiguió que con el movimiento de un objeto este pueda tener aspecto de algo diferente. Así con su "Rotative Plaque Verre" demostró que si giramos un disco pintado con círculos concéntricos este adquiere aspecto de objeto sólido.

 
Un efecto similar es el que ha perseguido en su obra Jesús Rafael Soto, que dijo estar interesado en "la transformación de los elementos, la desmaterialización de la materia sólida". Así, por ejemplo, coloca objetos detrás de un fondo de moiré de manera que, al moverse el espectador, apenas distingue sino puntos en el espacio. "A lo que aspiro -dice Soto- es a liberar a la materia hasta que se haga tan libre como la música". Y así, utilizando elementos sencillos consigue efectos sorprendentes.

 
Otros artistas han realizado obras más cercanas a la pintura si bien requieren del movimiento del espectador para alcanzar el efecto necesario. Es el caso de Agam y de algunas obras de Vasarely. También trabajan en esta línea Carlos Cruz Díez, cuyas fisicromías son pinturas que cambian de tonalidad según el ángulo en que las observemos, o Asís.

 
Citamos dos importantes exposiciones del género: en Abril de 1955 en la Galería "Denise René", la exposición "El movimiento" con artistas como Agam, Duchamp, Soto o Vasarely. Y en 1967, "Luz y movimiento" en el Museo de Arte Moderno de París, donde intervienen Agam, Le Parc o Vasarely entre otros. Esta última, la primera de arte cinético que se realiza en Francia en un museo, se pretende presentar tanto los orígenes del movimiento como trabajos de la época.


 

Entre las características del arte cinético se destacan: el rechazo a cualquier referente narrativo, literario o anecdótico; la desvinculación de la obra de arte con respecto a su creador, la abolición del soporte tradicional del cuadro, la incorporación de materiales inéditos para la creación artística, (plásticos, circuitos eléctricos, fléxit, etc.) y la intención de insertarse en la vida pública de la ciudad, formando parte del urbanismo.
 






 

Marcel Duchamp fue quién consiguió que con el movimiento de un objeto este pueda tener aspecto de algo diferente. Así con su "Rotative Plaque Verre" demostró que si giramos un disco pintado con círculos concéntricos este adquiere aspecto de objeto sólido.

Un efecto similar es el que ha perseguido en su obra Jesús Rafael Soto, que dijo estar interesado en "la transformación de los elementos, la desmaterialización de la materia sólida". Así, por ejemplo, coloca objetos detrás de un fondo de moiré de manera que, al moverse el espectador, apenas distingue sino puntos en el espacio. "A lo que aspiro -dice Soto- es a liberar a la materia hasta que se haga tan libre como la música". Y así, utilizando elementos sencillos consigue efectos sorprendentes.
 
Otros artistas han realizado obras más cercanas a la pintura si bien requieren del movimiento del espectador para alcanzar el efecto necesario. Es el caso de Agam y de algunas obras de Vasarely. También trabajan en esta línea Carlos Cruz Díez, cuyas fisicromías son pinturas que cambian de tonalidad según el ángulo en que las observemos, o Asís.
 









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